viernes, 26 de febrero de 2010
Muchas gracias Alex!!!
Nuestra amiga Mademoiselle Alex está de celebración (motivos no le faltan) y aprovechando que acaba de abrir una nueva tienda en internet sortea algunas de sus preciosas creaciones.
Si todavía no la conoceis corred y pasaros por allí, os puedo decir que tiene unas manos maravillosas y destaca por su mimo y delicadeza en cada uno de sus trabajos (mitones, chales,que me tienen loca, colgantes, broches, pendientes, manoplas, cuellos, ...).
Mil gracias desde aquí a Alex por organizar un sorteo con cosas tan bonitas!!!
Ah! y suerte a todas las participantes...
viernes, 5 de febrero de 2010
3 generaciones
¿Quién está de sorteoooo? Quinty Vichy !!, que cumple un añito enseñándonos las preciosidades que hace. Ya sabes, si quieres una muñequita pásate por su blog y déjale un comentario diciendo qué nombre le pondrías a la "mamá" en cuestión que va a sortear y cruza los dedos. Tienes hasta el 14 de febrero para apuntarte. ¡Mucha suerte!
En otras ocasiones os he enseñado trabajitos míos o de mi madre, pero esta vez le toca a mi hija, la tercera generación.
Visitando una feria de artesanía se quiso apuntar a un taller de arcilla y después de estar media mañana allí metida no me quiso enseñar lo que había hecho porque "era un secreto". Se compinchó con mi marido y al día siguiente me dio un regalito: una rana de arcilla, pintada a lunares que yo, corriendo, barnicé y pegué en un marco de Ikea para que no se rompiera. Debo deciros que me encantan las ranas, tengo montones, de diferentes materiales, tamaños y colores, pero ninguna tan especial como esta. No os podeis imaginar la ilusión que me hizo que mi hija, de tan sólo 5 años, tuviese la picardía de elegir una rana en el taller y esconderla para darle una sorpresa a su mamá. Espero que os guste tanto como a mí.
¡¡¡Buen fin de semana!!!
lunes, 1 de febrero de 2010
Maquillaje...
Y ¿qué me decís de esta papelera de Snoopy? tiene más años que Matusalén, es la que tenía yo en mi cuarto cuando era pequeña.
Isabel necesitaba una y la rescaté de un rincón de casa de mis padres. Estaba muy viejecita, (sobre todo en el interior), pero con un poco de paciencia, la restauré y la pinté por dentro. ¡Como nueva!